¡Asciende Cada Monte del Señor!

Sería de gran ayuda para el lector familiarizarse con el concepto de tipología antes de continuar leyendo este escrito. La tipología es una actividad indispensable para quien busca las correspondencias que asocian en la Sagrada Escritura al Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento. Sin este conocimiento, las analogías no son aparentes a primera vista por lo que gran parte del entendimiento puede pasar desapercibido. 
Con este escrito comprenderás que la "Montaña del Señor" prefigura la Iglesia fundada por Cristo Jesús.


Tipos del Antiguo Testamento:
Gén. 19:17 Y mientras los sacaban fuera, dijo uno: « Ponte a salvo, por tu vida. No mires atrás, ni te pares en ningún lugar de la Vega. Huye a la montaña, no sea que perezcas ».

Aclaración
:
Es a través de esta "montaña" que serás salvado. Es claro en este versículo que la palabra "montaña" debe indicar algo más que un simple montón de tierra y rocas. Debe tener otro significado simbólico.

Gén. 22:1 "Después que pasaron estas cosas, probó Dios a Abrahán, y le dijo: « ¡Abrahán, Abrahán! » y respondió él: « Aquí me tenéis Señor ». 
Gén. 22:2 Díjole: « Toma a Isaac tu hijo único, a quien tanto amas, y ve a la tierra de Visión: y allí me lo ofrecerás en holocausto sobre uno de los montes que Yo te mostraré  ». (Monte Moria, 2Cron. 3:1)

Aclaración
:
De forma interesante, esta traducción de Gen. 22:2, tomada de la Sagrada Biblia (traducida de la Vulgata Latina al español) dice, "y ve a la tierra de Visión". Otras traducciones dicen "y ve a la tierra de Moria" o solo "a Moria" o "ve a la tierra elevada". 

Gén. 22:3 Y levantándose, pues, Abrahán antes del alba, aparejó su asno, llevando consigo dos mozos, y a Isaac su hijo. Y cortada la leña para el holocausto, encaminóse al lugar que Dios le había mandado.
Gén. 22:4 Al tercer día de camino, alzando los ojos divisó el lugar a lo lejos
Gén. 22:5 Y dijo a sus mozos: « Quedáos aquí con el asno; yo y el niño iremos hasta allá para adorar, y después volveremos a vosotros ».
Gén. 22:6 Y tomó Abrahán la leña para el holocausto y púsola sobre Isaac su hijo, y tomó en su mano el fuego y la cuchilla; y fueron los dos juntos. 

Aclaración:
¿Puedes observar aquí la tipología inherente? Isaac ha de ser sacrificado y él mismo cargó la leña en su espalda al lugar del sacrificio. En el Nuevo Testamento, Jesús cargó en su espalda la madera en la que sería sacrificado, la cruz.

Gén. 22:7 dijo Isaac a su padre: « Padre mío » Y  él respondió: « ¿Qué quieres hijo? » « Veo, » dice,  « el fuego y la leña: ¿dónde está la víctima del holocausto? » 
Gén. 22:8 A lo que respondió Abrahán: « Hijo mío, Dios sabrá proveerse de víctima para el holocausto ». Continuaron pues, juntos su camino.
Gén. 22:9 Y llegaron al lugar que Dios le había mostrado, en donde erigió un altar, y acomodó encima la leña; y habiendo atado a Isaac, su hijo, púsole en el altar sobre el montón de la leña. 
Gén. 22:10 Y extendió la mano, y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo. 

Gén. 22:11 Cuando he aquí que de repente el ángel del Señor gritó del cielo, diciendo: « Abrahán, Abrahán »
 « Aquí me tienes » respondió él.
Gén. 22:12 « No extiendas tu mano sobre el muchacho » prosiguió el ángel, « ni le hagas daño alguno: que ahora me doy por satisfecho que temes a Dios, pues no has perdonado a tu hijo único por amor de mí o por obedecerme ».
Gén. 22:13 Alzó Abrahán los ojos, y vió detrás de sí un carnero enredado por las astas en un zarzal, y habiéndole cogido le ofreció en holocausto en vez del hijo. 

Aclaración:
Un carnero estaba enredado por los cuernos en un zarzal. Jesús llevó una corona de espinas de un zarzal. Dios salvó a Isaac, el hijo de Abrahán, pero no salvó a Su propio Hijo.

Gén. 22:14 Y llamó este lugar Moria, esto es, el Señor ve y provee. De donde hasta el día de hoy se dice: En el monte el Señor verá y proveerá.
Gén. 22:15 Llamó el ángel del Señor por segunda vez desde el cielo a Abrahán, diciendo:
Gén. 22:16 Por mí mismo he jurado, dice el Señor, que en vista de que has hecho esta acción, y no has perdonado a tu hijo único por amor de mí,
Gén. 22:17 Yo te llenaré de bendiciones, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y como la arena que está en la orilla del mar: tu posteridad poseerá las ciudades de sus enemigos.
Gén. 22:18 Y en un descendiente tuyo serán benditas todas las naciones de la tierra, porque has obedecido a mi voz. 

Gén. 31:54 E inmoladas víctimas en el monte, convidó a comer a sus hermanos, los cuales después de haber comido se quedaron allí. 

Aclaración:
En la Iglesia que fundó Jesucristo, vamos a Misa a ofrecer el sacrificio y a consumir no pan sino lo que aparenta ser pan, puesto que ha sido transubstanciado en el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo Jesús. Lo que ha sido mostrado como un  tipo en Gén. 31:54, ha venido a ser una realidad o un antitipo actual.

Exo. 3:1 Empleábase Moisés en apacentar las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián; y guiando la grey a lo interior del desierto, vino hasta el monte de Dios, Horeb
Exo. 3:2 donde se le apareció el Señor en una llama de fuego que salía de en medio de una zarza; y veía que la zarza estaba ardiendo, y no se consumía.
Exo. 3:3 Por lo que dijo Moisés: Iré a ver esta gran maravilla, cómo es que no se consume la zarza. 
Exo. 3:4 Pero viendo el Señor que se acercaba ya para ver lo que era, llamóle de entre la zarza, y dijo: « Moisés, Moisés ». «Aquí me tienes » respondió él.
Exo. 3:5 « No te acerques acá » prosiguió el Señor: « quítate el calzado de los pies, porque la tierra que pisas es santa ». 

Exo. 4:27 Entretanto dijo el Señor a Aarón: « Ve al desierto a encontrar a Moisés » y fue a su encuentro hasta el monte de Dios, y le besó.

Exo. 15:17 A estos hijos tuyos tú los introducirás y establecerás ¡oh Señor! sobre el monte de tu herencia, sobre esa firmísima morada tuya, que tú te has fabricado: ¡oh Señor! santuario tuyo, que han fundado tus manos
Exo 15:18 El Señor reinará eternamente y más allá de todos los siglos.

Exo. 18:5 Jetro, pues, suegro de Moisés, vino a encontrarle con sus hijos y la mujer de éste, en el desierto en donde estaba acampado el pueblo, cerca del monte de Dios

Exo. 19:3 De aquí subió Moisés hacia Dios, el cual le llamó desde la cima del monte y le dijo: « Esto dirás a la casa de Jacob, y esto anunciarás a los hijos de Israel ».

Exo. 24:18 Y habiendo entrado Moisés en medio de aquella niebla, subió a la cima del monte, en donde estuvo cuarenta días y cuarenta noches. 

2Cron. 3:1 Dió, pues, Salomón principio a la fábrica del templo del Señor en Jerusalén en el monte Moria, señalado expresamente ya a David, su padre, en el lugar que tenía David preparado en la era de Ornán, jebuseo. 

Aclaración:
Salomón le construyó al Señor un magnífico templo en la cima del monte Moria en Jerusalén. Habrá sido a la vista una asombrosa inspiración, con sus brillantes paredes blancas de más de nueve metros de altura haciéndolo
altamente visible desde grandes distancias. Actualmente, en la cima del monte Moria, están los restos del templo, y es lo que se llama la Explanada del Templo y el Muro de los Lamentos, ya que el templo fue completamente destruido por los romanos en el año 70 D.C. (Mat. 24:2)

Sal. 99:9 Ensalzad al Señor nuestro Dios, y adoradle en su santo monte; porque el Señor Dios nuestro es el Santo por excelencia

Isa. 2:2 En los últimos días el monte en que se erigirá la Casa del Señor, tendrá sus cimientos sobre la cumbre de todos los montes, y se elevará sobre los collados; y todas las naciones acudirán a él
Isa. 2:3 Y vendrán muchos pueblos y dirán: « Ea, subamos al monte del Señor, y a la casa de Dios de Jacob, y él nos mostrará sus caminos, y por sus sendas andaremos; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor ». 

Aclaración:
1. "La cumbre de todos los montes" significa que "La Casa del Señor" será altamente visible.
"Todas las naciones acudirán ahí" significa simplemente que "La Casa del Señor" abarcará el mundo entero. (Mat. 28:19, 
Hech. 1:8)
2. ¿Quién es "La Palabra del Señor"?  Lee Juan 1:1, y 14.

Isa. 4:13 Tú que decías en tu corazón: « Escalaré el cielo, sobre las estrellas de Dios levantaré mi trono, sentaréme sobre el Monte del testamento al lado del Septentrión ».

Eze. 43:12 Esta es la ley de la casa sobre la cima del monte: Todo su recinto alrededor es sacrosanto. Tal es, pues, la ley en orden a esta casa. 

Dan. 2:45 Conforme viste tú que la piedra desprendida del monte sin concurso de hombre alguno desmenuzó el barro, y el hierro, y el cobre, y la plata y el oro, y el gran Dios ha mostrado al rey las cosas futuras. Y el tal sueño es verdadero, y es fiel su interpretación. 

Miq. 4:1 Pero sucederá que en los últimos tiempos el monte de la Casa del Señor será fundado sobre la cima de los montes, y se levantará sobre los altos collados, y correrán allá los pueblos
Miq. 4:2 Y allá irán a toda prisa muchas naciones diciendo: « Venid y vamos al monte del Señor y a la Casa de Dios de Jacob y él nos enseñará sus caminos, y nosotros seguiremos sus veredas; puesto que la ley saldrá de Sión, y de Jerusalén la palabra del Señor ».

Aclaración:
"En los últimos tiempos" son los que vivimos actualmente. Estos versículos prefiguran la Iglesia que Jesucristo fundaría y que hoy en día abarca "muchas naciones".  Lee Hechos 1:8.

Sof. 3:11 En aquél día no serás confundida por todas las obras tuyas, con que prevaricaste contra mí; pues entonces yo quitaré de enmedio de ti aquellos que alimentan tu orgullo; y no te engreirás más por mi santo monte. 

Ageo 1:8 Subid al monte, traed de allí maderos y reedificad mi Casa: y yo me complaceré en ella y seré en ella glorificado, dice el Señor

Zac. 8:3 Mas esto dice el Señor de los ejércitos: Yo he vuelto a Sión, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén será llamada Ciudad de la verdad, y el monte del Señor de los ejércitos monte santo

Aclaración
:
¿Ciudad de la verdad? ¿Qué es verdad (Juan 18:38)? Verdad es una persona, la persona de Cristo Jesús. Él habitará en su  "monte" santificado.


Antitipos del Nuevo Testamento:

Mat. 5:1 Mas viendo Jesús a todo este gentío se subió a un monte, donde habiéndose sentado, se le acercaron sus discípulos. 

Mat. 5:14 Vosotros sois la luz del mundo. No se puede encubrir una ciudad edificada sobre un monte.

Aclaración:
El Templo como descrito anteriormente puede ciertamente ser igualado a "la ciudad que no puede ser encubierta".
Así como el templo es un tipo de la Iglesia fundada por Jesucristo, así es Su Iglesia el antitipo del templo.
Por lo cual Su Iglesia no puede ser tampoco encubierta.

Mat. 14:23 Y despedidos estos se subió solo a orar en un monte, y entrada la noche se mantuvo allí solo.

Aclaración:
Así como Jesús fue al monte a orar, nosotros vamos a orar a la Iglesia que el fundó. 
De nuevo, es claro que cuando Dios ha hablado, ha sido desde Su montaña en el Antiguo Testamento y desde Su Iglesia después de haberla fundado en el Nuevo Testamento.

Mat. 17:1 Seis días después tomó Jesús consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan su hermano, y subiéndo con ellos solos a un alto monte
Mat. 17:2 se transfiguró en su presencia; de modo que su rostro se puso resplandeciente como el sol, y sus vestidos blancos como la nieve.

Aclaración:
La única vez en los Evangelios en la que Jesús mostró Su Divinidad fue desde una montaña alta. Puesto que ya hemos igualado la montaña con Su Iglesia, podemos seguramente decir que Su Divinidad está igualmente presente en Su Iglesia.

Mat. 17:3 Y al mismo tiempo les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Mat. 17:4 Entonces Pedro, tomando la palabra, dijo a Jesús: « Señor, bueno es estarnos aquí; si te parece, formemos aquí tres pabellones, uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías ».
Mat. 17:5 Todavía estaba Pedro hablando, cuando una nube resplandeciente vino a cubrirlos; y al mismo instante resonó desde la nube una voz que decía: « Este es mi querido Hijo, en quien tengo todas mis complacencias. A él habéis de
escuchar ». 
Mat. 17:6 A esta voz los discípulos cayeron sobre su rostro en tierra, y quedaron poseídos de un gran espanto. 
Mat. 17:7 Mas Jesús se llegó a ellos, los tocó, y les dijo: «Levantáos, y no tengáis miedo ». 
Mat.17:8 Y alzando los ojos, no vieron a nadie, sino solo a Jesús.

Aclaración:
Debemos encontrar consuelo en Mat. 17:8 para sobrellevar las pruebas y tribulaciones de la vida, y cuando nos sentimos decaídos o fuera de centro recordemos que levantando nuestra mirada no veremos a "nadie sino solo a Jesús".

Mat. 28:16 Mas los once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había señalado
Mat. 28:17 Y allí al verle le adoraron; si bien algunos tuvieron sus dudas.
Mat. 28:18 Entonces Jesús, acercándose, les habló en estos términos: A mí me ha dado toda la potestad en el cielo y en la tierra. 
Mat. 28:19 Id, pues, e instruid a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. 
Mat. 28:20 Enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado. Y estad ciertos que yo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos.

Aclaración:
En Mat. 28:20 encontramos la promesa de Jesucristo que Él siempre estará ininterrumpidamente con la única Iglesia que Él fundó, cada día en cada siglo hasta el final del tiempo, sin períodos de ausencia, ni siquiera un solo día. Es la promesa de la existencia de Su Iglesia desde el día en que Él la fundó hasta este mismo día y durante todos los días futuros del tiempo.

Mar. 3:13 Subiendo después Jesús a un monte, llamó a sí a aquellos que le plugo
Mar. 3:14 y llegados que fueron, escogió doce para tenerlos consigo, y enviarlos a predicar, 
Mar. 3:15 dándoles potestad de curar enfermedades y de expeler demonios. 

Mar. 6:46 Así que le despidió, retiróse a orar en el monte. 

Luc. 6:12 Por este tiempo se retiró a orar en un monte, y pasó toda la noche haciendo oración a Dios.  

Apo. 3:12, Al que venciere, yo le daré columna en el templo de mi Dios, de donde no saldrá jamás fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios la nueva Jerusalén, que desciende del cielo, y viene de mi Dios, y el nombre mío nuevo.

Apo. 21:10 Con eso me llevó en espíritu a un monte grande y encumbrado, y mostróme la ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios,
Apo. 21:11 la cual tenía la claridad de Dios, cuya luz era semejante a una piedra preciosa, a piedra de jaspe, transparente como cristal. 

Aclaración
:
En un monte grande y encumbrado vemos la (nueva) ciudad santa, Jerusalén, descendiendo del cielo desde Dios. Esta es una visión de la santa Iglesia de Dios.



©
Escrito por Bob Stanley, 17 de enero, 2007


"¿De modo que me he vuelto enemigo vuestro por deciros la verdad?"
Gálatas 4:16




 
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