Cuerpo y Alma...
Las personas tenemos un cuerpo, un alma y un espíritu humano, 1 Tes. 5:23, Heb. 4:12. Podríamos combinar el alma y el espíritu llamándolos "alma espiritual". Cuando la muerte llega, el cuerpo perece, pero el alma espiritual nunca muere. Vive por siempre. Mat. 10:28, Luc. 12:1-4, Jn 5:24, 11:25.
"Teniendo pues carísimos, tales
promesas, purifiquémonos de toda contaminación de carne y
de espíritu, santificándonos cada vez mas con un santo temor
de Dios."
2 Cor 7:1
Nótese que ambos, el cuerpo y el espíritu
deberán ser purificados.
Entonces, ¿qué es más importante
preservar el cuerpo, o preservar el alma? El cuerpo vive, pero solo lo
que dura un parpadeo en el concepto del tiempo. El espíritu vive
por toda la eternidad. ¿Que nos dice la Sagrada Escritura al respecto?
"Y no temáis a los que matan el cuerpo,
pero no pueden matar el alma; mas bien temed a aquél que pueda llevar
a la perdición alma y cuerpo en la gehenna"
Mat. 10:28
Habrá usted notado que la Sagrada Escritura
tiene muchos versículos haciendo referencia a este tema. Lo que
no ha de ser de gran apariencia para algunos es que muchos de esos versículos
son prefiguraciones, o arquetipos
del alma.
Existen de hecho, significados más profundos
de la Sagrada Escritura, los cuales debieran ser discernidos.
"Yahveh habló a Moisés diciendo:
Esta es la ley que ha de aplicarse al leproso en el día de su purificación.
Se le conducirá al sacerdote, y el sacerdote saldrá fuera
del campamento; si, tras de haberlo examinado, comprueba que el leproso
está ya curado de la llaga de lepra, el sacerdote mandará
traer para el que ha de ser purificado dos pájaros vivos y puros,
madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo.
Después mandará inmolar uno de los
pájaros sobre una vasija de barro con agua viva. Tomará luego
el pájaro vivo, la madera de cedro, la púrpura escarlata
y el hisopo, los mojará, juntamente con el pájaro vivo, en
la sangre del pájaro inmolado sobre el agua viva, y rociará
siete veces al que ha de ser purificado de la lepra. Y, tras de declararlo
puro, soltará en el campo el pájaro vivo."
Levíticos 14:1-7
Nótese quién es el instrumento de sanación
del cuerpo en el versículo anterior. No un médico sino un
sacerdote. ¿Acaso es para el sacerdote más importante preservar
el cuerpo que la salvación del alma? Este y otros versículos
literalmente hablan acerca de la sanación del cuerpo, pero un significado
más profundo es que son arquetipos de la sanación del alma
espiritual, como hemos de ver en el Nuevo Testamento.
"En esto, un leproso se acercó y
se postró ante él, diciendo: «Señor, si quieres
puedes limpiarme. » Él
extendió la mano, le tocó y dijo: «Quiero, queda limpio.
» Y al instante quedó limpio de su lepra. Y
Jesús le dice: «Mira, no se lo digas a nadie, sino vete, muéstrate
al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés,
para que le sirva de testimonio."
Mat 8:2-4
Este evento fue una purificación y sanación
del cuerpo. Entonces ¿por qué Jesús le dijo al leproso
ya sanado que fuera a mostrarse al sacerdote y no al médico?
Vale la pena leer Juan
Capitolo 6. Nótese en los versículos
1-15 que ahí está la historia de Jesús sobre la multiplicación
de los panes y los pescados, alimentando a cinco mil personas. Esta parte
habla de alimentar al cuerpo, el cual ha de ser alimentado diariamente.
Los versículos 16-21 hablan de Jesús que camina sobre el
agua, probando que Él es Dios. Empezando en el versículo
22 hasta el final del capítulo, podemos apreciar el antitipo
del arquetipo presentado en los primeros 15 versículos.
La clave está en el versículo 27:
"Obrad, no por el alimento perecedero, sino
por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará
el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha
marcado con su sello."
Jn. 6:27.
Acaso Jesús dijo ¿"el símbolo"
del alimento que permanece hasta la vida eterna?
¿Cuál es el "alimento"
que perece?
Es el alimento que mantiene al cuerpo vivo hasta que
éste muere. Son los panes y los pescados, el "pan" de
vida corporal de los versículos 1-15. Sin el "alimento que
perece", el cuerpo enseguida muere.
"Yo soy el pan de la vida. Los padres vuestros
comieron en el desierto el maná y murieron."
Jn. 6:48-49
El "maná en el desierto" era tan
solo un arquetipo
o un simbolo
de lo venidero en el Nuevo Testamento. Como realmente usted podrá
darse cuenta, el arquetipo del maná preservaría al cuerpo
por un período de tiempo, pero no tuvo efecto en el alma espiritual.
Recuerde que una de las reglas básicas de la
teología es:
La realidad del Nuevo Testamento es muy superior
al arquetipo del Antiguo Testamento.
Ahora, debemos mirar a esta realidad superior que es el Nuevo Testamento.
¿Cuál es el "alimento que
perdura hasta la vida eterna"?
Jesús nos lo dijo claramente:
"La obra de Dios es que creáis en quien
El ha enviado. Ellos entonces le dijeron: «¿Qué señal
haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está
escrito: Pan del cielo les dio a comer. » Jesús les respondió:
«En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio
el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo;
porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo. »
Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de ese pan. »
Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga
a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá
nunca sed."
Jn, 6:29-35
Y aun de nuevo Jesús nos dijo lo que es:
"Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres
comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja
del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado
del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan
que yo les voy a dar, es mi carne por la vida del mundo."
Juan 6:48-51
¿Acaso Jesús nos dijo que ese pan es
un símbolo de su carne?
"Tomó luego pan, y, dadas las gracias,
lo partió y se los dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado
por vosotros; haced esto en recuerdo mío."
Luc. 22:19
¿Acaso Jesús dijo que el pan es un símbolo
de su cuerpo? Yo no lo puedo encontrar en las Escrituras.
"Porque cuantas veces comáis este
pan y bebáis el cáliz, anunciad la muerte del Señor
hasta que Él venga."
1 Cor. 11:26
Este versículo claramente dice que debemos
proclamar la muerte del Señor frecuentemente continuando
hasta que venga otra vez. ¿Qué tan seguido debemos hacer
esto en conmemoración suya?
Nunca temas, pues la Sagrada Escritura nos dice:
"Que no tenemos aquí ciudad permanente, sino que andamos
buscando la del futuro. Ofrezcamos sin cesar, por medio de Él,
a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios
que celebran su nombre."
Heb. 13:14-15
"Acudían al Templo todos los
días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían
el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez
de corazón."
Hech. 2:46
"Y no cesaban todos los días
de enseñar y de anunciar a Cristo tanto en el Templo como por las
casas."
Hech. 5:42
"Pues desde el orto del sol levante hasta
el poniente, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar
se ofrece a mi Nombre un sacrificio de incienso y una oblación
pura. Pues grande es mi Nombre entre las naciones, dice Yahveh Sebaot."
Mal. 1:11
Debemos continuamente ofrecer sacrificio de
alabanza a Dios.
Cada día en cada lugar una oblación
pura es ofrecida.
¿Qué, o quién, es el sacrificio
y qué es una oblación pura? Es una ofrenda de alabanza a
Dios, en la Santa Eucaristía, el cuerpo y la preciosa sangre de
Cristo. La Iglesia Católica ofrece el sacrificio de alabanza
a Dios en todo el mundo, cada día en la Misa. Ha reemplazado
los sacrificios sangrientos de animales del Antiguo Testamento. Por eso
es que es llamada una oblación pura.
En Mateo 26:26, ¿acaso Jesús
no tomó el pan y dijo: "Tomad y comed; Este es mi cuerpo"?
Y acaso no nos pidió decir en la oración al Padre: "Danos
hoy nuestro pan supersubstancial" (ambos, físico para el
cuerpo y espiritual para el alma.
Mateo 6:11
¿Cuántas comunidades no Católicas
ofrecen diariamente sacrificio, una oblación pura, como nos lo es
mandado hacer por la Sagrada Escritura? ¿Cuantas ni siquiera ofrecen
sacrificio?
"Expurgad la vieja levadura, para que seáis
una masa nueva, así como sois ázimos porque ya nuestra Pascua,
Cristo, ha sido inmolada."
1 Cor. 5:7
"Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos
queridos, y vivid en el amor como Cristo
os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima
de suave aroma."
Efe. 5:1-2
"Tengo cuanto necesito, y me sobra; nado en la abundancia después de haber recibido de Epafrodito lo que me habéis enviado, suave aroma, sacrificio que Dios acepta con agrado." Fil. 4:18
Jesucristo es el "alimento" que sostiene
al alma espiritual la cual vive eternamente. Él es el "pan
que baja del cielo" como vimos en el sexto capítulo de Juan.
Un arquetipo (símbolo) del Antiguo Testamento,
nunca apunta hacia un símbolo del Nuevo Testamento, sino a una realidad.
Entonces obviamente el "alimento que perdura hasta la vida eterna" no puede ser un símbolo, sino una realidad del Nuevo Testamento. Tampoco puede ser un símbolo, por la siguiente razón: violaría una regla básica de la tipología que hemos mencionado previamente:
La realidad del Nuevo Testamento es muy superior su arquetipo del Antiguo Testamento.
Entonces, todo esto significa que ¿Cristo es sacrificado continuamente en la celebración de la Eucaristía?
Otra vez, veamos que es lo que dice la Sagrada Escritura.
"Pues también Cristo murió
una vez por los pecados, el Justo por los injustos, a fin de llevarnos
a Dios. Fue muerto en la carne, pero llamado a la vida por el Espíritu."
1 Ped. 3:18
"Además, aquellos sacerdotes fueron
muchos, porque la muerte les impedía perdurar. Pero éste
posee un sacerdocio perpetuo porque permanece para siempre. De ahí
que pueda también salvar perfectamente a los que por El se llegan
a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor. Así
es el Sumo Sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado,
apartado de los pecadores, encumbrado por encima de los cielos, que no
tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus
pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo:
y esto lo realizó de una vez para siempre, ofreciéndose
a sí mismo."
Heb. 7:23-27
El sacrificio de Cristo fue uno y eterno. Él es supremo sacerdote y víctima.
El Catecismo de la Iglesia Católica # 1366
"La Eucaristía es, pues, un sacrificio
porque re-presenta (= hace presente)
el sacrificio de la cruz, porque es su memorial y aplica
su fruto: (Cristo), nuestro Dios y Señor,
se ofreció a Dios Padre una vez por todas, muriendo como intercesor
sobre el altar de la cruz, a fin de realizar para ellos (los hombres) una
redención eterna. Sin embargo, como su muerte no debía poner
fin a su Sacerdocio (Heb. 7:24-27), en la ultima Cena, "la
noche en que fue entregado" (1 Col. 11:23), quiso dejar
a la Iglesia, su esposa amada, un sacrificio visible (como lo reclama la
naturaleza humana), donde sería representado el sacrificio sangriento
que iba a realizarse una única vez en la cruz, cuya memoria se perpetuaría
hasta el fin de los siglos (1 Col. 11:23) y cuya virtud saludable
se aplicaría a la redención de los pecados que cometemos
cada día."
Concilio de Trento (1562): DS 1740
Debemos recordar que Dios está fuera del tiempo. El tiempo es una medida de cambio para las cosas por El creadas. Puesto que El nunca cambia, Él está fuera del tiempo.
Consecuentemente, todo desde la creación, y antes, y por toda la eternidad es ahora con Dios, incluyendo el sacrificio de Jesucristo en la cruz. Es un sacrificio continuo, sin terminación.
¿Cómo es que algo que no termina nunca sea repetido?
Dios le dijo a Moisés, "YO SOY EL QUE SOY".
Y Él dijo, "Así dirás
a los hijos de Israel: "El que es me ha enviado a vosotros"."
Ex. 3:14
"Díjoles Jesús: "En
verdad, en verdad os digo: Antes que Abrahán existiera, Yo soy"."
Jn. 8:58
"Subiendo a la barca, pasó a la
otra orilla y vino a su ciudad. En esto le trajeron un paralítico
postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico:
«¡ Animo!, Hijo, tus pecados te son perdonados. » Pero
he aquí que algunos escribas dijeron para sí: «Este
está blasfemando. » Jesús, conociendo sus pensamientos,
dijo: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
¿Qué es más fácil, decir: 'Tus pecados te son
perdonados', o decir: 'Levántate y anda'? Pues para que sepáis
que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados - dice
entonces al paralítico -: 'Levántate, toma tu camilla y vete
a tu casa'. » El se levantó y se fue a su casa. Y al ver esto,
la gente temió y glorificó a Dios, que había dado
tal poder a los hombres."
Mat. 9:1-8
Estos versículos clásicos muestran gráficamente la conexión entre la sanación del cuerpo y la del alma. Jesús primero limpió el alma del paralítico y posteriormente limpio su cuerpo. Vale la pena poner atención especial a la ultima línea, ¿A quién le fue dada la autoridad? Nótese que la ultima palabra en el versículo esta en plural.
En resumen:
El cuerpo necesita alimento físico para subsistir, de otra forma moriría.
El alma espiritual necesita alimento espiritual para evitar la muerte espiritual, la separación de Dios.
El alimento espiritual no puede ser un gesto simbólico, simplemente un mero símbolo no tendría ninguna posibilidad de alimentar al alma espiritual. El alimento espiritual es tan real como el alimento físico. Es el antitipo de su arquetipo el mana en el desierto del Antiguo Testamento. Recuerde que un arquetipo del Antiguo Testamento nunca apunta a un símbolo en el Nuevo Testamento, sino a una realidad.
La Sagrada Escritura nos dice que habrá ofrenda de sacrificio diariamente en todo lugar, una oblación pura. ¿Cómo podría un simbolismo de un sacrificio ser un sacrificio mismo?
El pan desciende del cielo, Jesucristo, es esa oblación pura, Su sacrificio en la cruz.
Jesucristo fue sacrificado una sola vez por toda la eternidad.
Jesucristo es ambos: Supremo sacerdote y víctima, el Cordero Pascual de sacrificio.
Puesto que Él es sacerdote para siempre (Heb.7:17), también Él es el Cordero sacrificado para siempre (Apo.5:13-14.).
Puesto que Dios está fuera del tiempo, todo es ahora con Él. Ese sacrificio en el Calvario, el cual es siempre ahora para Dios, se hace presente para nosotros durante la Eucaristía en la celebración de la Misa.
La Misa es una re-presentacion de ese único sacrificio. Somos re-presentados en el Calvario.