Yo soy la del mundo...
Todo lo que tenemos viene de Dios. Él nos da la luz, y ojos
para ver, para que podamos reconocer la belleza de Su creación. Él nos
da nuestro mismo aliento, un respiro a la vez. Y un día nos dirá: "He aquí
tu último respiro". Entonces nosotros, como la pequeña cruz de arriba, dejaremos
de respirar, y pasaremos a donde estaremos toda la
eternidad.
Escrito por Bob Stanley, 1997
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