LETANIA DE HUMILDAD:
Oh Jesús, manso y humilde de corazón, escúchame.
Del deseo de ser
estimado...
Libérame Jesús...
Del deseo de ser amado...
Del
deseo de alabanza...
Del deseo de tener el honor...
Del deseo
de ser elogiado...
Del deseo de ser preferido sobre otros...
Del deseo de
ser consultado...
Del deseo de ser aprobado...
Del miedo de ser
humillado...
Del miedo de ser despreciado...
Del miedo de sufrir
rechazo...
Del miedo de ser calumniado...
Del miedo de ser
olvidado...
Del miedo de ser ridiculizado...
Del miedo de ser
malinterpretado...
Del miedo a la
sospecha...
Libérame Jesús...
Que otros sean amados más que yo, Jesús, dame la gracia para
desearlo.
Que otros sean estimados más que yo...
Que en la opinión
del mundo, otros incrementen y yo disminuya...
Que otros sean elegidos y
yo dejado a un lado...
Que otros sean alabados y yo pase
desapercibido...
Que otros sean preferidos en todo...
Que otros sean más
santos que yo, con tal de que yo sea santo como debo serlo,
Jesús, dame la
gracia para desearlo.