"Sed, pues, vosotros perfectos,
como vuestro Padre celestial es perfecto."
Mateo 5:48


"...vuestro Padre celestial es perfecto",
es lo que nos dijo la segunda parte del versículo. Eso ya lo sabíamos.
Dios es perfecto porque es inmaculado, carece de defecto alguno, no tiene mancha.
El es, inequívoco, sin error.
Aunque nos parezca difícil, debemos esforzarnos por cumplir con nuestra obligación a ser perfectos, simplemente porque es un mandato de Jesucristo.
Así pues, tenemos la responsabilidad de vivir sin error.
Jesucristo también nos dio el siguiente mandato "Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
Mateo 22:39
¿Qué significa esto? Entre otras cosas significa que debemos desearle lo mejor al prójimo teniendo la esperanza de su salvación.
Significa que debemos ayudarle a ser perfecto.
Significa que es nuestra responsabilidad alertarlo cuando está en un error.
Igualmente es nuestro deber escuchar la observación de los otros, cuando nos encontramos en error.
Si cuando descubrimos el error fracasamos en exponerlo, seremos responsables por la condena que reciba la persona por su error.

La Sagrada Escritura nos orienta sobre nuestra obligación a actuar ante el error.

Si alguna vez un Profeta enviado por Dios nos advierte de nuestro error, debiéramos ponerle atención.
Y ciertamente, hemos sido alertados ya:

Ezequiel 3:18-19, "Si Yo digo al impío: 'De seguro morirás', y tú no le previnieres ni hablares para amonestar al impío (que se aparte) de su perverso camino y viva, ese impío morirá en su iniquidad; mas Yo demandaré de tu mano su sangre. Pero si tú amonestares al impío y éste no se convirtiere de su maldad y su perverso camino, él morirá en su iniquidad, mas tú habrás salvado tu alma."

De cualquier forma, si ese mismo Profeta enviado por Dios dio una advertencia similar por segunda vez, ha enfatizado, por la importancia de su mensaje. En tal caso deberíamos considerarlo muy seriamente.
Y así, Ezequiel expuso su mensaje por segunda vez:

Ezequiel 3:20-21, "Y cuando un justo se apartare de su justicia cometiendo iniquidad, y Yo le pusiere un tropiezo delante y él muriere porque tú no le amonestaste, en su pecado morirá, y no serán recordadas sus obras buenas que hizo, y Yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú amonestares al justo para que no peque, y el justo en efecto no pecare más, de seguro vivirá porque se dejó amonestar, y tu habrás salvado tu alma."

Pero ¿qué sucede si ese mismo Profeta enviado de Dios repite su misma advertencia por tercera vez?
¡Ay ay ay!
Seguramente eso ha evolucionado a un horrendo aviso, que por ningún motivo debe ser ignorado:

Ezequiel 33:8-9, "Si Yo digo al impío: 'Impío, tú morirás sin remedio'; y tú no hablas para apartar al impío de su camino, este impío por su iniquidad morirá, pero Yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú apercibiste al impío para que se convierta de su camino, y si (el impío) no se convierte de su camino, por su iniquidad morirá; mas tú has salvado tu alma."

En estos versículos observamos pues, nuestra obligación de actuar hablando y retando a aquellos que se encuentran en error. Si vemos a alguien en riesgo de caer al vacío, es nuestro deber y responsabilidad avisarle antes de que lo haga. Si en esto fracasamos, nosotros también caeremos con ellos, pues asumiremos su error por no haber actuado.

Mateo 15:14, "Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Si un ciego guía a otro ciego, caerán los dos en el hoyo."

Proverbios 12:28, "En la senda de la justicia está la vida; En el camino que ella traza no hay muerte."

2Pedro 3:15-17, "Según os lo escribió nuestro amado hermano Pablo, conforme a la sabiduría que le ha sido concedida; como que él habla de esto mismo en todas sus epístolas, en las cuales hay algunos pasajes difíciles de entender, que los ignorantes y superficiales deforman, como lo hacen, por lo demás, con las otras Escrituras, para su propia ruina. Vosotros, pues, carísimos, que lo sabéis de antemano, estad en guardia, no sea que aquellos impíos os arrastren consigo por sus errores y caigáis del sólido fundamento en que estáis."

1Juan 4:6, "Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios nos escucha a nosotros; el que no es de Dios, no nos escucha. En esto conocemos el Espíritu de la verdad y el espíritu del error."

Judas 1:10-11, "Pero éstos ora blasfeman de todo lo que no entienden, ora se corrompen con lo que sólo naturalmente conocen al modo de las bestias irracionales. ¡Ay de ellos! Porque han entrado en el camino de Caín y por salario se entregaron al error de Balaam y encontraron su ruina en la revuelta de Coré."

Romanos 1:18, "Pues la ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que injustamente cohíben la verdad."

Romanos 2:5-8, "Conforme a tu dureza y tu corazón impenitente, te atesoras ira para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual dará a cada uno el pago según sus obras: a los que, perseverando en el bien obrar, buscan gloria y honra e incorruptibilidad, vida eterna; mas a los rebeldes, y a los que no obedecen la verdad, pero sí obedecen a la injusticia, ira y enojo."


Veamos cual será tu premio por exponer el error. Nótese lo bien que ensambla este versículo con los de Ezequiel:

" Hermanos míos, si alguno de vosotros se extravía en la verdad y otro lo convierte, sepa que quien convierte a un pecador de su errado camino salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados."
Santiago 5:19-20

"El no oponerse al error es aprobarlo; y el no defender la verdad es suprimirla".
Papa San Félix III


Escrito por Bob Stanley
Agosto 28, 2004


Volver a la Página Principal...